El padre de C. Dickens era un gran contador de historias y el propio Charles continuó con la tradición oral de contar cuentos alrededor del fuego al anochecer, sobre todo en Navidad. De sus experiencias vitales más dramáticas, de sus viajes y de la sociedad victoriana que le tocó vivir, extrajo algunos de estos inquietantes y misteriosos relatos.

 

 

Cuentos y Cantos selecciona de su obra narrativa menos conocida, la predilección por las historias de fantasmas y otras apariciones. Cuentos como el de “Los dos hermanos gemelos”, “Para ser tomado con una pizca de sal”, “El pariente pobre” y “El Guardavías” construyen el entramado misterioso de este espectáculo cuya finalidad es dar a conocer la habilidad de Dickens para crear personajes creíbles en situaciones excepcionales.

 

 

La palabra recreada en los ambientes mas irreales, viaja con la música mundana y trascendente en un abismal equilibrio que nos transporta a una sociedad donde este mundo ficticio tiene dos anclajes: la propia vida y la capacidad de transformarla. De esta manera, Cuentos y Cantos suman su buen hacer narrativo-musical a la conmemoración de los 200 años del nacimiento de C. Dickens; un homenaje a los fantasmas que traspasan siglos como fenómeno relacionado con la fuerza de la mente.